Miro a través de la única ventana que tengo en mi laberinto, un laberinto sacado de mis ideas, un laberinto formado por mi vida, que solo mi personaje sabe donde está la salida. Pero en momento oscuros me pierdo y no se por donde seguir caminando. Y algunos me preguntan que ¿por qué no intento encontrar la salida por mi misma? Pues sencillamente porque se que por mucho que ande no voy a encontrar la salida, y cada vez que lo intento meto la pata hasta el fondo. ¿Sabes? En este laberinto hay gente, gente a la que le debo muchas cosas jajja y si intento salir, aunque sea con ellos, les hago daño, ya lo he probado y no acabó muy bien el experimento.
El hombre suele tropezar varias veces con la misma piedra pero yo no quiero, porque si tropezar implica hacer daño no quiero intentarlo.
Debo encontrar la forma de no hacer daño a nadie.